Los ojos desorbitados le persiguen los pensamientos
se adhieren, ahí, cuando está en la escuela
cuando se ubica desnuda bajo las nubes
cada vez que su perspicacia no sirve
y se da cuenta de que eso es complicado
el qué
el todo
la vida sin recuerdos de un personaje secundarios, de su propia historia
de su propio sentir
surrealismo lógico
que todo lo que le hace entender es que el amor es lo único
y que el camino no es un camino, sino una pasarela de tierra
que te guía hasta el altar, hasta la capilla
donde te esperan pacientes bajo un velo blanquecino
cientos de miles de aves destinadas a fracasar en su vuelo
destinadas a la espera, destinadas al dolor de una memoria desgastada
donde todo lo que yace es el ENSUEÑO
ensueño diurno, ensueño profundo
que se adhiere ahí mismo, a los ojos desorbitados
llenos de malicia
llenos de pecado.