Allen Andree

ESCAMA

La intensidad de los ojos

La fuente de la esperanza

Cantando en las sienes de los ciegos

Los astros de los días

Cambiando la dimensión de las alfombras

 

Nos sentimos aconsejados por la tierra

Recibimos de las hojas su fragilidad

Y pensamos en el temblor de los árboles

En la sangre que se llama savia

 

Nos instalamos diagonalmente

Para confesar nuestros hallazgos

Para confesar que un día fuimos una confusión

Y son las ánimas unas danzantes eternas

 

No podemos acomodarnos en los sillones

Para buscar entre nosotros el ronroneo del felino

No podemos tumbarnos y pretender que hacemos el amor

Ya no tomaremos la palabra

 

Si hay una fuerza que se acerca a las pantallas

Es un impulso gratuito como un abrazo

Si algo de mí se acerca y te toca

Es una fantasía que amenaza

 

No sabremos más de los milagros

Y a pesar de eso pediremos poder creer en ellos

La vida no nos resulta temporalmente hermosa para Lázaro

La vida es ahora una tribulación

 

Pasará por nuestra puerta una procesión

Llevando en su núcleo gaviotas verticales

Concentrando una fuerza humana 

Orando para que llegue el día donde soportarás lo más desmedido de los mares

 

Una fortuna que cambia sus letras en tortura

Que espera renacer

Antes de que estallen las mentes y se oiga el grito en el mar