No te he besado
y recuerdo tus labios.
No te he tocado
y ya sé de tu piel.
No te he amado
y me quema el fuego
de tu abrazo.
No has sido nunca mía
y me ahogo por siempre
en tu desnudez.
No te he amado
y sin embargo te amo
como jamás amé
y te quiero conmigo
aquí en mis brazos
para no perder la fe.