Ésto es un juego, lo sé
donde las musas se divierten
dictando versos a granel
y los dioses desde arriba
observan con placer.
Somos actores en un escenario
y el argumento se despliega
entre miradas intensas,
deseos ardientes,
locuras imaginadas,
con la razón resignada
parada en un rincón
sin saber qué hacer…
En este juego, lo sé,
somos cómplices los dos
del delito de querernos,
disimulando ante la gente,
queriendo esconder
las llamas de un incendio.
Los dioses siguen riendo
y tu y yo seguimos siendo
dos almas encontrándose,
construyendo sueños
en un castillo de papel…
Quiero quedarme aquí
en este mágico mundo de juegos
donde todo es posible,
donde el dolor no existe,
donde la realidad se queda lejos,
donde tu me regalas tus versos
que llegan como dulces besos
y yo me entrego
sin poder ya resistirme,
sintiendo que el amor
está golpeando y pujando
y ya no sé... si es sólo un juego...