voy a saciar la lengua de mis sombras
con el póstumo rayo
que resucita en el pecho de la aurora.
Mis piernas y mis brazos
se los daré a la parte oscura de la luna,
ya sé de los influjos de sus hogueras de nardos,
ahora quiero probar el tacto de su amargura,
yo la daré a probar mis barros
que penitentes llevo
por una lluvia de penuria.
Y ahora que retoño
en la tierra llorada de rocío,
que me amputé del párpado
la lagrima gangrenada de mis negros ríos,
ahora quiero hablarte de amor , amor mío.
Voy a esparcerte en mis ojos
para que todo lo que mire seas tu,
por si algún día te lloro
hagas de cada poro un volcán de luz.
Quiero saciarme en cada hora
de tanto pensarte sin tocarte,
así cuando llegue hasta tu boca
de tus labios nunca me sacie.
Quiero mudar toda mi piel
en el impetuoso latido de tu tacto,
así sabré del escalofrío de tu querer
y tu de los sabores de mi llanto.
Ahora, te dejo , me reclama el ocaso,
me llama la luna de boca negra,
ahora, me desmembrano, me esparzo,
mañana seré retoño en la aurora nueva