Eres la respuesta de Dios
A mi anhelo más profundo
El clamor que fue escuchado
Al perdón y al olvido.
Desde las estrellas te parí
Para mi buenaventura
Representas hijo mío
El alba de mi amanecer.
El amor te trajo al mundo
Y mi diestra siempre estas
Eres ventura y caudal
Que acrecienta mi heredad.
La buena fortuna te acompaña
La buena intención marca tu camino
Obstinado, terco, pertinaz
No te dejas vencer por la adversidad.
Eres el último motilón
Heredaste de tu padre
El tesón y la bravura
Y de mí, hijo amado
El empeño a la locura.
Auténtico, absoluto
Eres el anarquista
Que cuestiona mis razones
y difiere de mis opiniones.
Crees que eres diferente
Que a mí, en nada te pareces
Lo que no sabes, hijo mío
la gran semejanza que tienes,
Lo noble de tu corazón
Tu pasión por la justicia.
Tu espíritu combativo
Y el disfrute de la vida.
Hijo mío, bien amado
Conmigo siempre estarás
El amor que yo te tengo
Ni la muerte lo borrará.
Martha Patricia-Arauca-Mayo 07-2021