Hasta que los latidos no se van
nuestro sopor de ese rumbo apremiante
busca pensamientos necios autómatas
en sucesos diarios indescifrables
Rápido en escombro se nos convierte
lo que bello y prematuro nos pasa
dejamos que el hastío invada siempre
y la realidad presiona, es ancla
Sumergidos en los crónicos sueños
dejamos pisadas carnales con llagas
que estampan los sofocados eternos
haciendo una vida distorsionada
Ciegos vamos destruyendo sin rastro
cristales de esperanzas verdaderas
nuestras flores y espigas arrancamos
de un tajo sin escucharlas ni verlas
¡ MEDITAR !
Lale Neda