Anoche me visitaste en mi sueño, me acariciaste suavemente la cara y me preguntaste ¿Que quieres hacer hoy mi vida?
Sonriendo te conteste:
- quiero surcar el cielo, ver el mundo desde lo alto circundar la tierra.
Quiero posarme sobre la gran pirámide, buscar las huellas de mi vida pasada a la sombra del majestuoso esfinge.
Quizás mi historia esta labrada en la piedra. Me escuchas en silencio, tus dedos se pasean por mi cuerpo dibujando figuras y tocando notas armoniosas en el teclado de mi piel. Siento vibraciones como ondas recorrerme, como oleadas crecientes invadirme, pierdo la noción del tiempo.
Me dejo llevar por el ritmo, percibo tu voz como un ronroneo que me penetra suavemente, una caricia de terciopelo.
Sigues paseando y abriéndote caminos descubriendo lugares escondidos con persistencia y determinación avanzas paso a paso.
Te detienes un momento para inhalar los aromas y saciar tu sed en las aguas de mis fuentes.
Estoy mareada, embriagada por tu deseo que se yergue pertinente, me confunde el pensamiento no sé donde estoy. Ya no veo el esfinge solo oigo los latidos de mi corazón golpeando con furia en mi pecho, estoy en otra dimensión.
La dimensión de la infinita gloria dejándome llevar por las oleadas de placer intenso, del orgasmo que esta por explotar.
Merche DemBar