Cuando recuerdo el ayer,
los momentos que pasamos,
placeres que disfrutamos
con infinito placer;
yo no entiendo cómo fue
que a pesar de estar cercanos,
se me escapó de las manos
lo que nunca olvidaré;
sin embargo, estoy sufriendo
entre gran melancolía
y tu nombre repitiendo
para sostener mi vida:
eres la gracia del cielo
que al final quedó perdida...