LA ESTRELLA QUE ME GUÍA
Solo noventa días de nacido,
y sentí de mi madre el cuerpo yerto,
no podía saber que había muerto,
que tristeza no haberla conocido.
La noche se vistió de inmenso olvido
en un presagio de futuro incierto,
desde entonces, en lágrimas despierto,
no pude disfrutar su amor perdido.
Sé que desde otro mundo me acompañas,
como tú me llevaste en tus entrañas,
yo te llevo en mi alma tan sombría.
Ya no pude abrazarme a tu ternura,
bajo las alas de la niebla oscura,
tú serás esa estrella que me guía.
KIN MEJIA OSPINA. Un día de nostalgia y de tristeza