Aun sigo aquí, se diga.
No vivo sin lo que me falta...
Escribo para ti si no para quién.
Estoy perdido: ¿me encontré?
Esto es lo mismo o casi de ayer...
Ya tengo un sitio donde relajarme.
Pero qué símbolo es el mío oscuro.
Mucho recorrido con los pies gastando...
Un laberinto para los tres.
Veo distinto cada paisaje perdiéndose.
¿Me inspiré yo alguna vez?
Lo único que sé ya lo sabía antes...
Confundo los placeres con el mío avance.
En el desierto estoy buscándote.
No me despiertes cuando estoy soñando
un mundo mejor que este
en que desbocarse ya sin exigencias,
que a mí mal me hicieron
pero mucho al estar sin respuesta todavía
de dios alguno,
si es que estoy empezando a pensar
que debo ser yo el único
en esta celda atrapado en penumbras
y penurias hasta toser son suficientes
las que tengo y me da usted
tal vez unas cuantas más a mí de obsequio.