Pedro Abarca

La Bella y la Bestia

Su nombre era Bella,
tan inocente, tan pura,
tal cual hermosa doncella,
llena de amor y dulzura.

 

Su nombre era Bestia,
un caballero lleno de modestia,
un príncipe atrapado en una maldición,
que llevó su reino a la perdición.

 

Una princesa que anhelaba el amor,
lo encontró donde menos se imaginó,
se enamoró de un monstruo sin temor,
y un bello sentimiento en los dos floreció.

 

Sin pensarlo encontró su felicidad,
su príncipe azul había llegado,
no es con lo que había soñado,
pero una linda historia había iniciado.

 

La apariencia de Bestia no le importó,
pues Bella vió más allá de su exterior,
se adentró en su alma y en él despertó,
un nuevo sentimiento que ya no era rencor.

 

El poder de su amor acabó con la maldición,
la bestia no fue más que una ilusión,
un verdadero príncipe habitaba en su interior,
y con el primer beso se acabó su dolor.

 

Un relato que deja una gran lección,
no importa cómo te veas
si tienes un buen corazón,
el verdadero amor no pone condición,
y la felicidad es tu única elección.

 

Algo que enseñarle a cualquier aprendiz,
es que sin juzgar a nadie
se puede evitar una cicatriz,
cortando todo prejuicio desde la raíz,
podemos ser como Bella y Bestia
que si tuvieron un final feliz.