Cuando se intenta analizar la fe,
ésta se escurre como toda creencia,
es una especie de confianza,
frágil, inaprensible, indemostrable,...
se hace prometer,
se hace jurar,
se hace cumplir la palabra empeñada,
mas generalmente es sólo retórica,
cada cual interpreta a su modo.
En este contexto, la palabra,
cada una es nada más que eso,
sirve siempre y cuando,
se tenga una idea similar entre los que las evocan,
se requiere respecto a ellas el mismo dogma.
La extrañeza, aflora espontáneamente,
todos viviríamos, querámoslo o no,
en tantas creencias
- palabras, sus relaciones, dioses -
seamos capaces de expresar
en sintonía con nuestro entender,
intuitivo, incompleto, errado o no.
Es en esa fe, que múltiples personajes
la explotan,
propaganda o religión o política o ideología,...
igual;
los embaucadores y engañados,
flotan ahí...
...