niégame riquezas
marmóreos pedestales
grandes fortalezas
o palacios reales
Señor dame calma
paz, simplicidad
apacigua mi alma
con tranquilidad
olvidar mi ser
mi mente atenta
el futuro, el ayer
eso me atormenta
deseoso he pronunciado
cien mil oraciones
harto he meditado
en mis sensaciones
voces incesantes
oír ya no más
vivir el instante
no mirar atrás
silencio yo quiero
no ruido mundano
Dios por ti yo muero
si me das la mano
enséñame el camino
y ciego lo accedo
viviendo mi destino
morir ya puedo