Al otro lado del silencio una incógnita se devela
la vida es este instante y nada más
se pronuncia el nombre como en un rezo
claramente la mirada atónita de un pensamiento
nos provoca miedo, nos congela en lo más íntimo.
Tu estas allá en una cama de hospital
Tus padres como antaño velan tu sueño y te incitan a respirar
Vamos: ¡Respira, respira!, vamos una y mil veces más.
Ese avatar va en aumento, se cuestiona al universo.
Se gradece un día, la rutina de otro amanecer
trae renuevo, da esperanzas de fortalecer
y tu padre en la sala vaga como sombra perdida del melodía
se de construye de miedos y se construye de recuerdos
quiere ver en tu mirada el brío. Sentir y hacer aparecer
de tus manos a su cuerpo nuevos mimos
en tus labios estrellar la carcajada, ser nuevamente
luz para tus padres y no esta tiniebla de muerte pendiendo.