MI BELLA GUATEMALA
Por: Mirna Carranza Archila
¡Oh mi bella Guatemala! te cantan por doquier durante el mes de septiembre, fecha en que se conmemora tu natalicio, cuando te declararon libre y soberana para encauzar los destinos de cada guatemalteco nacido en el suelo verde, protegido por un cielo límpido azul celeste.
Si soñar pudiese que mi nación es orgullosamente admirada por países grandes y pequeños por sus bellos paisajes, majestuosos volcanes y azules lagos; más que por esas bellezas físicas, como quisiera ver a mi sufrida Guatemala, grande entre las más grandes por la belleza de su gente. Que no existiera violencia en sus calles, y solamente fluyera por sus venas sangre ardiente de valientes ciudadanos luchar día a día por el progreso, la salud y el ambiente de sus amados residentes.
No quiero ensombrecer el despertar de mi suelo patrio con pensamientos adversos porque también han existido guerreros que han llevado la luz hacia lugares lejanos, que han hecho brillar tu nombre “Guatemala”, el laureado Miguel Ángel Asturias con su Nobel de Literatura. Compositores destacados que han hecho su canto una poesía como la Luna de Xelajú.
¡Oh Guatemala bella qué cantos tan alborozados de las aves canoras que habitan en los bosques de las Verapaces y el Petén! ¡Qué hermoso plumaje el del quetzal, ave símbolo que vuela raudo sobre la arboleda en búsqueda de su compañera para reproducir en la patria mía la libertad y armonía! Qué maravilla de orquídeas adornando los lluviosos parajes del norte, así cual imponente se levanta la Sierra de las Minas llevando ríos y cascadas que brotan de la tierra mía, líquido vital que alimenta mi espíritu para cantarte: ¡oh patria vive libre y soberana!
Abundantes clarineros llenan los árboles de los patios de las casas construidas con el sudor del trabajo de los hombres y mujeres de la costa sur y las planicies. Los Cuchumatanes y los altos de Quetzaltenango también se yerguen para brindar tributo a la bandera que ondea brillante en el firmamento del sol que se oculta a diario luego de bañar las cálidas tierras del oriente como fiel guardián de las fronteras que rodean mi patria hermosa. ¡Viva mi bella Guatemala con su son y la chirimía que canta y llora de alegría cuando en la marimba suena la melodía armoniosa del Himno nacional!