Pyck05

UN CASERÍO...

Un caserío
estaba abandonado
y solitario.

Cerca del bosque,
al lado de un gran río
que le besaba.

Allí nacieron
los niños del relato
que nos ocupan.

Y allí aprendieron
el habla de las aves
y el de los bosques.

El grave cuco,
los robles señoriales
y los castaños.

También las hayas
crecían en parcelas
junto a los pinos.

Cuervos y alcones, 
águilas y palomas,
todos charlaban.

De aquel jolgorio,
crecieron y aprendieron,
día tras día.

Luego crecieron,
marcharon por la vida
a la ciudad.

Pero, sin duda,
guardaron el recuerdo
del caserío.

Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/22