Justicia pide mi voz
ante un destino incierto
enlazado por cadenas
que provocan destrucción.
Rechazo a la violencia maldita
en el desatino de una guerra
donde el hombre queda desprotegido
a merced del miedo y esclavo de la impotencia.
Pérdida, de vidas humanas, de confianza ante
el hecho de la supervivencia, en la mayoría de
casos provocada por un héroe-psicópata
sin escrúpulos.
Miradas que necesitan un gesto de esperanza
en medio de la nada, para alzar los brazos
al cielo pidiendo clemencia y valor en la
lucha contra el mal y poder lanzar un no
que salve al mundo
Quiero pensar que es posible, remover
la conciencia, los derechos humanos no
deben ser vulnerados.
No podemos mirar hacia otro lado, ni
justificar que hicimos lo correcto, cuando
estamos inyectando millones de euros por
otro lado a cambio de gas y petróleo.
Sería deseable que entrara en escena
un comportamiento neutral, que deje fuera
al tirano invasor y decir de una vez basta.
No a la guerra..