La rusa española se queda dormida,
personaje del aparato de la oscuridad
ante un pasado umbrío fuerte herida
se deja ver el enseñar su falsa realidad.
Como hija de Lucifer impone su belleza
para hipnotizar su arma: el Verbo.
Bruja peligrosa, afirma más impureza
que la Verdad dicha: ¡no soy su siervo!.
Se observa ese camino lleva la dirección
falsa compatriota, que a mí, como idiota,
caí. Por eso como diablo, su vista brota
del averno, mejor huir con corazón veloz.
Pues si verla es pecado, apago yo mi voz
antes de que su armonía tenga ejecución.
NACHO REY