Quisiera detener el tiempo,
retrocederlo hacia allá,
hacia aquel poquito de vida,
cuando era feliz,
cuando lanzaba mis gritos al infinito,
cuando alzaba mi canto profundo y sublime
lleno de ti, lleno de mi,
cuando era capaz de correr junto al viento
y alcanzarlo y dejarme acariciar con su suavidad,
su encanto, su locura fresca de tenerme.
Quisiera ser aquel, que con paso ligero,
firme, seguro era dueño de sí mismo,
dueño de la vida y de su propio tiempo,
ser nuevamente la voz angelical de algún poeta,
de algún cantor que soñó y cristalizó su canto
en el viento en el tiempo,
en las entrañas de la vida,
en la sonrisa tierna de un niño.
Como dejaría que mis sueños añejos volvieran,
se apoderaran de tantos recuerdos
y le dieran alas a mi cuerpo, a mi pensamiento
y recorrer nuevamente todo,
volaría allá…. allá a donde van tus sueños
y protagonizaría la más bella historia
cálida y sublime, que jamás alguien
se haya atrevido a escribir
y palparlo en las huellas del tiempo, de la vida,
en mi propia mente, en lo profundo de cada gente.
Como extraño y añoro mi viejo y recordado ayer,
mis años nuevos, los años de la vida,
donde el derroche y el descontrol
se hacen casi inseparables, desenfrenados,
pero donde también el romanticismo tímido aflora
en aquel cuerpecito casi infantil,
con miedo obsceno de no descubrirlo todo de una vez,
de poder perder al primer intento de encontrarse
y enfrentarse a la vida como niño, como hombre.
como te añoro tiempo pasado,
quisiera detener el tiempo y borrar todo,
hasta ese momento donde comenzaría de nuevo
y volvería a vivirlo paso a paso,
triunfo a triunfo.
Y ahora, tengo junto al ayer, al hoy y al mañana
y sin embargo, me quedo parado como perdido,
sin saber que es mi propia vida que veo,
al niño, al hombre
y se me va escapando delante de mis propios ojos,
se va perdiendo y casi ya no distingo
entre el ayer y el mañana.
ahora, solo el miedo a quedarme inerte,
en mi propio tiempo,
a voltear a mirar y no ver nada,
a perderme en una fantasía sin verdad,
si edad, sin tiempo,
a alejarme de mí, a alejarme de ti.
Donde mi cuerpo suda y casi se desespera
al no saber si eres tu o soy yo,
me vuelvo a perder, me vuelvo a encontrar
y dejo mi rostro infantil,
lo tengo entre mis manos
y de repente es solo un rostro senil,
casi muerto, casi acabado,
se va y casi no lo veo,
no te tengo, ni me siento,
me alejo, hacia allá, allá voy hacia el infinito,
dejando mi huella en el tiempo,
donde nadie la reconocerá,
solo yo, en mis años de ayer
pero también se van conmigo
nadie lo sabrá, solo yo y mis años,
mis años de ayer,
junto a mi miedo y mi longevidad
casi olvidados, casi perdidos
así estoy yo,
así me quedo, así me voy.