Casi terminaba mi pobre abril
Estancado todo en esperas vanas
Henchido el pecho que de amor se ufana
Dueño creyose de algún sueño febril.
Sacudió mi suelo una cruel distancia
Y el silencio atravesó mis huesos
Sin alguna opción de salir ileso
Me arrastró la noche con su elegancia.
No puse resistencia a tu llegada
Y acabaste ya con mi vana espera
Barriste tristezas con tu mirada.
Me abriste al vuelo con tu voz alada
Devolviste el fuego para que viera
Que en tus alas vuelo y mi abril no acaba.