En algún momento los seres humanos
tendremos que luchar para que sea la luz
quien disipe las tinieblas del futuro y brote
la esperanza.
Es tiempo de recobrar una confianza perdida,
la riqueza de un sonido especial que reside
en el alma, conquistar la unión y alzar sobre
el cielo la su bandera de nieve.
Quiero pensar que por encima de las injusticias
prevalece la bondad en los corazones de tierra
que rechaza los estigmas sociales, y no sucumbe
ante el racismo y la homofobia.
Una sociedad que respire tolerancia y acepte
las diferentes creencias y pensamiento de los otros,
se hace necesario conectar con la sensatez,
con las necesidades de protección a la infancia,
Depositar en nuestra conciencia con el deseo de
que no se olvide el crimen silenciado, ni la barbarie
infligida.
Que tenga el propósito de acabar con la raiz del mal
y que esta se tome en serio para que prevalezca
el amor a la vida en toda su extensión.
Que nos habite el derecho a la libertad, la
comprensión hacia ese otro, distinto y diferente
desde la humanidad y nunca bajo el yugo opresor.
Lauropolis