Campanas de cosecha: digo ser poeta
y también digo lo contrario…
Regresa por la noche una mujer nívea
a mi cama de huesos y soledad energúmena;
aprieto lo mío y ella hace el definitivo banquete,
luego, me besa como si todo fuese espontáneo
y sé que significa la oración del amanecer.
Campanas de adornos sentidos: soy tan estúpido
y tan déspota conmigo mismo que no tengo
lo que hay que tener para reconocer
el duelo de los besos que pronto serán aire.