MISTERIOSA Y DIVINA
Por dédalos de callejas/angostas como un fular
serpean entre paredes/saciadas de fresca cal,
esteras de grises piedras/y unas rejas sin igual,
ya locas de alegría/ dejan tallos derramar
geranios de pensamiento:/magenta, turquesa y albar
incitan al gran vacío/en cascada escultural
a coro con gitanillas/de púrpura angelical
que emanan suaves y mansas/en puro arte florar,
los Pendientes de la Reina,/el perfume del jazmín;
el lila de los claveles,/ la rosa pitiminí,
las flores de las petunias,/ campanillas de jardín,
excelso olor a lavanda/ y el rocío en carmesí
resuman al dulce acorde/del trinar del colorín,
alzando nuestros sentidos/ al más grácil frenesí
que en tarde afable de Mayo,/ cual si ofrenda de rubí,
es goce para las almas/ en sonoro retintín
con agua sobre la fuente/ en el patio Andalusí
y es que Córdoba es así…
salpica cualquier espacio/ con un arte que fascina,
rincones llenos de flores./ Misteriosa urbe divina.
Rafael Huertes Lacalle