Es lo opuesto al incontrolable, al templario,
al que le hierve enseguida la flema y la sangre,
es el frío, metódico, y distante,
es el que casi siempre acepta y pierde.
Es el empatico con el ser doliente,
y rígido e inmutable con la corriente,
se adapta a su filosofía inmutable,
y es consciente que eso le llevará a la pendiente.
El paciente, espera, espera , y no se desespera,
muchas veces se carga el muerto y los riesgos colaterales,
es un zombi saliente, un buda creciente,
no es la apuesta , ni el vector emergente.
Yo y mucha gente, como yo, soy paciente,
no espero nada, ni soy mutable,
el paciente, espera, y espera,
no olvida eso sí la capa hiriente.
El paciente, es el fondo, un ser confiable,
nunca falla , y es con el mismo constante,
casi nunca es el que en la foto sale,
el paciente nunca olvida, ni dramatiza , es parte de su semblante.