El tiempo ha pasado y busqué tu mirada,
tu imagen serena en un rincón de mi habitación,
busqué entre recuerdos tus caricias y tu sonrisa,
que cada amanecer murmuran a la vera de mi padecer.
Llegada la tarde mis manos te buscan y mi alma te extraña.
Pasa la noche taciturna y la madrugada me sorprende
imaginándote a mi lado y yo, sumido en soledad,
oyendo tan solo susurros del viento, golpeando el ventanal.
El reloj retumba con su sonora melodía anunciando como cada día,
la llegada de la claridad matinal y yo, pensando en ti,
dejando fluir este sentimiento atormentado de no tenerte a mi lado.
Un día mas ha pasado en este caótico frenesí de desperanzado desenfreno,
de buscarte y no tenerte,
de gritarte y que solo el eco de este silencio desgarrador acalle a mi alma,
que espera por ti,
que anhela por ti.