Se muestra cuidado sobre paja del granero,
un vetusto arado que es orgullo del granjero.
El sol, pronto asoma, con sus halos luminosos,
bordando la loma con sus dorados hermosos
con precisión toma sus contornos fantasiosos,
y desprende aroma de frutos apetitosos.
El pulcro solar, muestra un perfecto color
se puede apreciar un cultivo encantador.
Todo preparado, lejano canta un jilguero
con su ignoto idioma de arpegios maravillosos,
belleza sin par, gracias al agricultor.