Me dijeron te extrañamos,
yo les digo, los extraños más
La vida es la que afecta mi andar,
vuelvo con mis pies cansados
de tanto caminar, huellas esquivas
de este mundo intransitable,
que me muestra a cada paso
las injusticias del vivir.
No soy un puritano que se asombra
de ver la decadencia moral
hacia la que vamos sin parar,
y siento que me arrastra
y me arrastra sin mirar el mal.
Es quizás esta, la razón,
de mi indomable depresión.
Vengo con el alma transida de dolor
con los ojos sin lagrimas de tanto llorar
y me alejo sin retorno, cada día más
de mis cuentos y poemas.
que son a mi pensar, ideas nada más,
La poesía nace en el corazón que palpita
al unísono con una realidad latente
de amor, de belleza y de verdad.
No suele aparecer en océanos de caos
donde se nada inútilmente por salvarse.
Mi apacible ancianidad no quiere adaptarse
a los nuevas reglas que rigen lo universal
y se rebela aislándome de la sociedad.
creando un mundo exclusivamente mío,
pero muy afectado por el entorno
al que no puede escapar.
Esa patología me aísla y enmudece
y es la culpable del silencio
que marca nuestras relaciones,
hasta hacerme despreciar el placer
de leer las bellas páginas de \"Poemas\"
y de ser partícipe en muchas de ellas.
Agradecer los hermosos motivos
que nos une, en una amistad sin distancias,
es poco, para lo que mi corazón siente.
Un abrazo fraternal. con el deseo
de que nunca bajen los brazos como yo.