Vida mía, ¿Por qué insistes en castigarme?
en esta infinita ausencia solo he podido pensar en ti,
Enloquecida esperándote, buscando la manera para que regreses a mí,
Cada tarde, sin previo aviso me siento en esa calle, nuestro principio,
Pero las horas pasan, la lluvia cae y tú no regresas,
Me consuelo cuando te veo en mis sueños y volvemos a ser uno,
Cuando me amabas, pero ahora que no estas,
Esta fría sombra me acompaña por donde voy,
Nada se puede iluminar a mi paso porque usted es mi aire al respirar,
Si decide dejarme, prefiero que me quite la vida porque vivo para usted y por usted,
No sabe que coraje me da saber que después de tanto tiempo esperando
Usted decide marcharse, sabiendo que es mi vida,
No hay días felices si al menos un segundo de estas horas infinitas no veo su rostro,
Me consolaría saber que al menos ha pensado en mí,
Hay tantos segundos en el día y todos son de usted, ¿pero que hay para mí?
No le pido mucho, solo recuerde que soy su amada, quien le espera,
Y no duda en regalar su inestable existencia con la condición que regrese a mí,
Su esclava que lo extraña, Samantha.