Poetadsym

Una cita con usted en mi mente

Le recuerdo, señorita, que esta noche usted tiene una cita en mi mente. No. No es necesario que se arregle. Puede asistir con ropa casual, pues, al suelo le da lo mismo los estilos de la moda. Lo importante es que usted esté consciente de su asistencia en medio de esta distancia que me separa de su cuerpo. Por eso, en mi mente, yo hallaré la forma de amarla y poseerla en cada una de mis caricias; la desnudaré a medida de que mis versos se tatúen en su memoria, pues, mi poema será escrito a fuego sobre su piel para que quede como marca para la posterioridad.

No es necesario que se pinte sus labios, pues, mis rimas ahí iniciarán el camino por la fantasía que para mí es su desnudez. Ni siquiera es necesario también que ulitice algún perfume, eso sobrará cuando la esencia de mi amor por usted bañe su cuello esbelto digno de la fantasía de hasta los más oscuros poetas que sueñan con una noche así, haciéndole el amor a cada una de sus rimas de forma desenfrenada como yo se lo haré a usted.

Cuando vaya por la altura de su vientre, de seguro la distancia no será efectiva ante los escalofríos que nos poseerán en cada centímetro que yo le recorra a usted. Por eso, quisiera que se prepare de forma oportuna, con sus brazos cubriendo su cintura para que así me sienta en cada beso que yo le daré. Recuerde también que podría llenarnos en ese momento esa fantasía desnuda para que tenga en cuenta lo poderosa que la mente ha de ser.

Entre sus muslos me perderé dedicándole cada una de mis rimas, ahí tendrá la exquisita sensación de cómo un poema se ha de reconocer, entre versos de fulgurosa fantasía en medio de esa humedad que usted me habrá de ofrecer. Por eso también quisiera que también se prepare para ese momento, que sus manos se llenen de notas de una dulce melodía cual compás hecho a la perfección en las profundidades de sus caderas, ahí donde usted minimizará los kilómetros bajo el bullicio de mis besos que le declaran este amor como si fuera para mí una dulce condena.

Por eso, señorita, le recuerdo de esta cita durante la noche. De seguro usted sentirá así mi presencia, por lo que la distancia disminuirá en medio de la fantasía creada por nuestro mundo embriagado por este amor oscuro y silente. Quizá en medio de aquellos orgásmicos escalofríos usted sienta las rimas y versos cuando para mí se convierta en su desnudez en una poesía perfecta, como prueba de este amor que domina de forma inconsciente, dándole así ese albedrío libre y necesario que demuestra lo poderosa que puede llegar a ser la mente.