Me voy de estas tierras
Me voy de estas tierras, que un día me vieron nacer
Ríos y montañas hermosas, que me dieron sus frutos de comer
Jardines florecidos de rosas, que me regalaron un querer
Caminos inolvidables, que guiaron mi horizonte por doquier
Me llevo las ondas de mis mares, que avivaron mis sentimientos
Olas inmensas con las que jugaba al atardecer
Burbujas que impregnaban mi cuerpo, aliviando mis padecimientos
Playas blanquecinas, que reflejan el amor al anochecer
Me voy de mi pueblo, caserío tranquilo y esplendoroso
Calles coloniales, que vieron de mis juegos, correr sudoroso
Casas antiguas con tejas de barro, de sus aposentos el eco escuchar
El chirriar de sus puertas, retumba en mi memoria, poder recordar
Parto raudo de mi terruño, dejando amigos en las noches poder desaparecer
Vecinos y familiares, de saludos algún día poder comprender
Oscurece y el llanto se hace largo hasta el amanecer
El silencio carcome mi alma, la palidez me hace estremecer
Me voy, dejando a la mujer de mis amores queridos
La pasionaria de fragancias y perfúmenos, de olores permanecidos
Amante de fulgores y deleites, de gritos divertidos
Mujer maravillosa, me diste su cuerpo y su alma de abrazos y besos correspondidos
Me voy sin resquemores, sin lágrimas, ni llantos
Ni huyéndole a enemigos, que persiguen sus espantos
Ni a las enfermedades, padecimientos de sus quebrantos
Me voy de mi terruño, que le dio vida a mis encantos
Me voy buscando otros horizontes, que iluminen otros luceros
Amores que perduren y sean por siempre verdaderos
Encontrar por el camino, la huella de otros viajeros
El paraíso o la muerte de forastero, de sueños aventureros
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo- 14-2022