La vida galopa, la vida acelera,
la vida derrapa en su loca carrera,
no atiende a los frenos, no obedece riendas,
se ciñe en las curvas arrastrando piedras.
La vida discurre como una cascada,
torrente furioso que todo lo arrastra
horadando grutas, inundando albercas
desbordando ríos, arrasando presas.
Mas llega un momento que su furia cesa,
sus aguas se estancan en charcas infectas,
el fango emborrona sus limpias riberas,
las algas invaden su cauce y lo ciegan.
¡No dejes que el miedo emponzoñe tu vida!
deja que discurran tus aguas tranquilas,
que sigan su curso regando sonrisas
límpidas, brillantes, sin pausa y sin prisa
Arranca las zarzas, arrastra las hiedras,
machaca a las sierpes que su cauce pueblan,
expulsa a los sapos para que en tus aguas
los niños retomen canciones y chanzas,
para que los peces les den colorido
para que de nuevo discurra la vida
siguiendo su cauce sin miedo.sin rabia
hacia ese futuro de luz y esperanza