Tu retrato
de oscuras lágrimas
bajo un cielo gris
de ojos en agua.
Te viví en cada beso
y cada mañana
y agonicé en ti
del ocaso al alba.
Y fuimos uno
siendo dos,
fuiste ayer, tarde
y madrugada.
Horizonte de luna,
que llaman,
campo de flores
ya deshojadas.
Y vuelvo a ti
con esperanza
a labrar tierras
con miradas
mientras corre
el tiempo sin fin
y vuelan horas
como holas sin alas.
Tu retrato grabado
en mi alma,
tu desnudez sin luz
despreocupada
habren las puertas
y las ventanas
para que entre tu aroma de flor besada