Cráteres púrpuras
destellos azulosos
hilvano paisajes sonoros
mi media noche se inmuta.
En una vaguedad de ocasos
se difunden notas en desvarío,
suena el metal que destilaste
y mancilla la música que me intimó.
Mi alma fluye en pretérito
bebo de esos bailes inolvidables
que desfilan con esas limas que raspan
y no han querido abandonarme.
Mi sangre se tortura al ritmo
fascinación y notas poseídas.
Danzo con pena oculta
el metal se agranda,
quiero envolver las notas
de esos bailes dulces y efímeros.
Mezclados mis sentimientos
despilfarro el néctar que hay
no hay inspiración
mi ala está rota.
Lale Neda