César C. Barrau

Bajito de ánimo

Aunque bajito de ánimo, voy a escribir estas líneas que me tienen esclavo: 

No soy dado a la mentira, pero sé que me he engañado
al permitirme escalar tan alto.

Y no es porque no alcance la cima;
(la razón por la que afirmo que me engaño)
lo hago, sinceramente, la tomo sin apenas esfuerzo
esa cima está ahí, al alcance de mi mano
pero es claro mi desequilibrio
cuando he llegado 
y desde ahí 
!Ay! desde ahí:
desde ahí sólo caigo

Por tanto (matemáticamente hablando)
no debería volver a escalar la montaña de los siete lados,
aunque ya reconozca los cuatro por los que me he despeñado.

Y en los otros se atisban claros,
ya saben: esas vías ferratas
construidas quizá en otra vida
y que identifico tan mías 
como mi propia y única forma de caminar
o como el reflejo del iris 
pero del otro lado.

.

Aunque bajito de ánimo, voy a escribir estas líneas que me tienen esclavo:

Puede ser que me sirva el engaño:

Puede ser que en esta ocasión me quede aquí abajo