Pedro Abarca

Un nuevo comienzo

Su corazón estuvo a punto de detenerse,
y aquel joven que siempre fue tan fuerte,
olvidó completamente cómo ser valiente,
y se sintió tan vulnerable delante de la gente.

 

Su tristeza era tan inmensa y profunda
que su alma se tiñó de una tonalidad oscura,
pensó muchas veces en cometer una locura,
creyendo que así acabaría con su tortura.

 

Cada noche rompía en llanto, pues estaba cansado,
se sentía tan solo en el mundo y desarmado,
pero él sabía que rendirse no era ninguna opción, 
no, nunca pensó que esa fuera la solución.

 

Se levantó con las pocas fuerzas que tenía,
dejó que la vida siguiera con su rumbo 
y se acabó por completo su inminente agonía;
se perdonó y se abrazó en medio de su silencio,
comprendió entonces que este era un nuevo comienzo.