Willie Moreno

Retazo XXXVIII

 

¡Qué hermosa suena la brisa

cuando menciono tu nombre!

Es tierno ángel que me avisa

 

las alegrías del hombre

en medio de las zozobras.

Y no es para que te asombre 

 

la existencia que en mí cobras

al nombrarte mi princesa...

Te envidian las bellas obras 

 

y hasta el sol que nunca cesa

de alumbrarnos las mañanas.

Mi imaginación te besa

 

y sueña con fuertes ganas,

y al despertar de ese sueño

tañen en mí las campanas

 

anunciando que soy dueño

de tu mirada brillante

y de tu encanto halagueño.

 

Resulta preocupante

este amor que va naciendo

de un corazón inconstante

 

con nostalgias de remiendo.

Mas, vislumbro la alegría

y una pasión recorriendo

 

cada bosque y serranía

por tu brisa provocada...

¡Jamás una poesía

se mostró tan adornada!

 

W.M®