ENRIQUE HORNA

“DIECISIETE DE MAYO”

Diecisiete de Mayo el primer día de tu caminar en el tiempo

Tiene sus horas grabadas en los ratos viajeros del recuerdo

Palpitados suspiros del afecto con el silbido galopado del viento

Hondos anhelos de la noche con sus cuitas más estremecidas.

 

Como habrá sido aquel prístino llanto anunciando tu nacimiento

Entre los arrozales esperanzados en sus nuevas espigas y granos

El rio emocionado celebrando la corriente del agua y su destino

Los asombrosos arboles de mangos endulzando a los labriegos.

 

Cuanto habrás aguardado en aquel quince en que desperté a la vida

La vieja casa donde pario un doce madre atado a tu diecisiete sonreía

Corazones uniendo sus caminos con el crepúsculo de un nuevo ser   

El verdadero amor calla sus aflicciones y proclama sus afecciones.  

 

Cada surco trazado eterniza su siembra con inocente ternura

El misterio de la bondad nunca tributa a la sombra del ocaso

Las huellas del espíritu  siempre resucitan venciendo a la muerte

Permanencia ancestral de la existencia revelada sin tribulaciones.

 

Ama siempre decías más aun en la juventud donde no hay arrugas

Se humano y canta libre como los pájaros sin miedo a la lontananza

La vida tiene trampas y laberintos pero no dignifica a los cobardes

La magia del alma revela su reino más allá de los colores del arco iris.   

 

Padre la felicidad es una alegre tarde verde cabalgando el infinito

Va montando un hermoso corcel desafiando al espejo falso del olvido 

Es el niño – hombre arrullando con su manto amoroso de llanura

Sus ojos son los tuyos atravesando en silencio la infinidad del presente.

 

EH