Terremotos sacuden mi piel,
Casas precipitándose por una acantilado.
Miradas furtivas y fugaces
Acechando entre la oscuridades de la noche.
Tengo miedo a morir,
A dejar lo que fui,
A olvidar lo que soy.
Mi pluma suelta araña telas de papel,
Escupiendo con fervor tintas y tintas que
Saben a muerte.
Temo que sea mi último momento,
Que mis escritos se queden abandonados entre miles de espejos,
Quebrándose unos con otros.
Tengo miedo de lo que soy,
Tengo miedo de mi mirada,
Tengo miedo de mi miedo.