Alejado de la gente,
entre inmensa soledad,
busco sólo la verdad
ser siempre honesto y consciente;
y aunque a veces, de repente
se me acerca la maldad,
la obsoleta vanidad
de volver a lo inconsciente,
busco entonces devoción
y procuro la virtud,
limpio mente y corazón,
con fortaleza y salud,
repito aquella oración
que nos entregaste Tú...