Nada te diré…
Tu frialdad ha callado
la voz de esta poeta.
El amargo desamor
golpea mi puerta
y solo queda
una estela de memorias
de otros tiempos...
Hoy regresan implacables
los recuerdos
a decirme que es mentira
ese amor de cotillón
que me ofreciste.
Solo hay ego
merodeando por los versos...
No se expresa el corazón...
pues vacío se ha quedado,
se ha mudado el sentimiento
hacia un mundo más lejano.
Ya no vienes a mi puerta
y mi alma siempre inquieta
se refugia en el silencio
y nada dice...
Es muy triste cuando sientes
que tu fuiste
un adorno en un estante
que brilló por un instante
para luego ser botado.
Los halagos antes dulces
hoy amargos se han tornado
y el vacío de palabras
es el precio bien pagado
por creer que me querías
con amor de fantasía...
Nada puedo decir…
me quedé sin poesía.
Solo queda encontrar
algún motivo en mi interior
que me lleve nuevamente
a crear con alegría,
a soñar con ilusión,
a olvidarme de tu amor
que fue todo de mentira,
que fue adorno, simplemente
“un amor de cotillón”.