Cada zancada tomada, pisaba yo sus talones
Invadia sus expresiones, reescribia sus decisiones
Embrolle sus intenciones, incluso intervenir en sus pasiones
Y nunca encontre en su rostro, siquiera un rastro de preocupaciones.
Entonces cambie mi tactica, decidi saltar en sus pasos
Abri en dos mi pecho, para acoger el afecto de abrazos
Sople calidez en mis manos para abrigar abandonados
Mas el camino se volvio mas apretado, mas las huellas y aquel pergamino
se volvieron mas alargados.
Y segui aun imitando aquel ardoroso calor
Aun con aprieto en mi busto, aunque en mis manos hubiera temblor
No queria ser la rosa, tampoco queria ser yo el color
Queria yo ser quien volara, queria yo ser ruisenor.
Y aquel ente se detuvo y me vio con sonrisa entristecida
Sollozando dijo me has estado siguiendo, no has pasado desapercibida
Sin ya poder mas, rompo en llantos, al verte en tu mision suicida
Pues, al vivir aquello cual ya es vivido, se ve tu figura casi ya desaparecida.
El tiempo me castigo, por buscar bienvenidas sin partidas
Y solo entonces logre entender la decaida de mi compania
Y aunque aun dolida por detenerme, albergo el sentimiento de ser acogida
De haberme sido instruida la leccion de existir y ya no mas solo perseguir la vida.