Mi corazón me obliga
a decirte que te quiero
y mis ojos
que te mire, y que lo haga todo el tiempo.
Me obligan mis manos
a buscar tu piel
y mis labios a besarte,
donde te excite mujer.
Desean mis piernas
enredarse con las tuyas en la cama
y entre tus pechos,
buscará siempre apoyarse mi cara.
Enloquecen mis oídos
por escucharte mientras hacemos el amor
y mi cabeza se pierde
imaginando cada posición.
Acabemos juntos,
este poema.
C L