Pueden las distancias desaparecer
Pueden invadirnos las cosas que son importantes
Cerrarse los ojos y comenzar a vivir
Pueden ser las mismas palabras
La de los padres
La de los hijos
Las de Caín ante Dios
Podríamos reclamar incansablemente
Podríamos justificarnos en nuestra creación
Por una firmeza que no existe
Por una finitud que explica su mal
Dónde pondremos nuestras cenizas
Si después de las jornadas
Decidimos ser distintos de todo el dolor que nos rodea
Y tal vez no debimos pedirles oraciones al mendigo
Y tal vez debimos solo guardar silencio
Y alimentar con otras palabras su atormentada risa