Yo sé que nunca podré llegar a ser viejo, a mí nunca me saldrán arrugas y la nieve del tiempo va a platear mis cabellos; mis nietos no conocerán el despojo del efebo antecesor de la tibieza ni ellos vivirán las historias que mi cuerpo y alma pincelaran en el lienzo inacabado del recuerdo y ni tantas mil cosas que el maduro ser desea vivir.... No podré ser viejo por que ya en mi juventud soy un anciano que le ha tocado conocer los arcanos de la madurez en la ignorancia de ser niño, sin ser militar ya he ganado mil batallas y perdido la guerra.
Se ahora que sintió el coronel cuando nadie le escribía y entiendo que las horas por llegar ya hacen a mi cansada alma digna de la sabiduría, que se despega del agitado cuerpo que corre en loco frenesí, al dulce sueño del sepulcro.
Allí, verdaderamente podré ser llamado en mi juventud \"Venerable viejo\" o quizás \"Infeliz anciano\".