Poeta al atardecer.

MANOS LIMPIAS.

 

Rompió el amanecer el canto de un gallo,

pero como ayer, desperté yo antes que él,

un quehacer temprano al que soy fiel,

me espera entre piedras que limpia el rayo.

 

Aún es hora oscura en tiempo otoñal,

y el camino entre parras está mojado,

con fruncido seño me vé un búho enojado,

porque espanté su comida del matorral. 

 

No me mire usted así pájaro cazador,

no he querido espantar su desayuno,

siempre habrá otro, donde ya hubo uno,

y el campo es siempre buen proveedor.

 

Solo que debe usted ir con cuidado,

que entre las parras de buen vino,

crece con grandes púas el espino,

para proteger a quien cuida lo arado.

 

Además he venido por otra razón,

no estoy aquí para ser su enemigo,

créame que hay verdad en lo que digo,

que su nombre es parte de mi oración.

 

Ya despejado de nubes el amanecer,

y los caminos de ésta tierra bella,

que nos vean hermanos las estrellas,

llevemos con gozo el alma y todo el ser.

 

Poeta al atardecer.

Mayo de 2022.