Que venga por el sendero
ese encuentro con tu luz
me muestres un cielo azul
y tu paraíso eterno;
que desveles los misterios,
el poder de la virtud,
y la gracia, que das Tú,
me ilumine con su fuego;
que despiertes la semilla,
bellas chispas del amor,
que alimentan con la vida
que renueva el corazón:
hallar la sabiduría
que Nuestro Padre nos dio...