Entre augurios y presagios,
el éxito se deja ver
desde un horizonte que se despeja.
Finalmente, pasados los 47 años,
tengo mi destino,
agarrando por las riendas;
mi presente,
es lo que siempre anhelé.
Aún hay cabida para alteraciones
el éxito, aún no es una realidad.
Entre augurios y premoniciones,
mi futuro se comienza a manifestar,
cómo lo soñé en la juventud.
Mi vida cultural
Mi vida espiritual
Mi vida familiar
Mi vida profesional
Mi vida social
Todos los aspectos de mí vivida,
van en incremento;
ESTÁN A LA ALZA!
Me voy a salir con la mía,
se acerca, cómo nunca antes,
mi presente ideal;
me va a llegar
el momento de cosechar.
Entre augurios y premoniciones,
el éxito se me presenta,
con un poder inconcebible.
El presente se deriva,
de las acciones y
esfuerzos del pasado.
Cómo un clarividente, de joven,
soñé mí futuro,
y proyecté mí destino;
soy el arquitecto de mi presente!
El engranaje de mi destino,
ya no da marcha atrás;
mi tiempo es oro.
Entre augurios y premoniciones,
y sí la salud me lo permite,
disfrutaré de un fantástico futuro.
Entre augurios y presagios.