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Visiones
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Andando por la calle de mis sueños
vi la errante mirada de un fantasma,
y aunque a mí, preguntar no me entusiasma,
¿por qué - dije- tus pasos fruncen ceños?
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Mis pasos peregrinos son empeños,
dijo soltando cánticos de miasma,
aquel que me persigue bien lo plasma;
se cubre si me atrapa, con desdeños.
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Al ver que me miraba fijamente
¿por qué -dije - tus ojos me hacen daño?
dime tu nombre y vete, aura infernal.
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\"Esperanza\", me llama el inocente,
para quien me conoce, \"desengaño\",
pena, culpa o delito… me da igual.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.
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MIASMA: Eflubio maligno