De muertas soledades, desperezan.
Ellas descubren:
son las ausencias.
Apenas un gemido
en las sombras que cubren,
suaves amaneceres.
Indiferencia.
Distanciamiento.
entre tu labio tibio y amoroso...
En esa oscura noche de mi agosto
con el lucero
la luna está
escondida del viento
y en el viento, tu nombre
y en tu sueño de noche:
mi labios dicen
plenos de sangre
de ese manto rojizo de mi antojo.-